Una noche estresante , microrrelato, Edgar AC

“Ha abierto los ojos dos minutos antes de que le sonara el despertador. Cada lunes le pasa igual, dos minutos antes de las ocho de la mañana se despierta y ya no se puede volver a dormir, sólo que hoy lo ha hecho agitado por el ruido del viento. Toda la noche ha oído cómo las ramas de los árboles que rodean su casa se agitaban y ha notado cómo se colaba un ligero soplido por debajo de la puerta, una voz ronca que resonaba en todos los rincones de la habitación, como si detrás del armario o debajo de la cama se escondiera un hombre alto y gordo con un altavoz, susurrando y gritando a la vez. Sin querer se está volviendo a dormir pero lo que le despierta, a las 8 de la mañana del lunes 2 de febrero, no es el despertador: es la ráfaga de viento más fuerte que ha oído nunca. Abre los ojos y mira aterrorizado a su alrededor…”

Tenía la luz apagada y le asustaba el ruido que se oía en toda la habitación, lo primero que hizo fué taparse la cabeza con la sábana y la manta y apretarse los oídos para que no le llegara el sonido ese que tanto le asustaba.
Luego penso que alomejor que podía hacer era encender la luz aunque tuviera mucho miedo pero era la única manera de saber que pasaba en la habitación.
Intento llegar al interruptor lo más rápido posible, antes de llegar allí, tiró el despertador que estaba encima de la mesita de noche. Al final consiguió abrir la luz, y lo que vio fue que estaba la ventana abierta y el fuerte viento movía la persiana, produciendo un ruido desagradable.
Además del viento, empezó una fortísima tormenta con truenos y relámpagos tan fuertes que le daban pánico.
Quería continuar durmiendo, porque se moría de sueño pero el reflejo de la luz de los relampagos y el ruido ensordecedor de los truenos, le impedía volver a dormirse.
Continuó intentando dormir, no lo consiguió, porque ya amenecía y ya era casi la hora de levantarse y luego se desmayo del cansancio y lo llevaron al hospital.
Al dia siguiente ya se encontró mejor,